lunes, 12 de noviembre de 2012

¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO APRENDER A HABLAR INGLÉS?

CURSOS Y CONTENIDOS

Por Carlos A. Trevisi 
Fundación Emilia Mª Trevisi
 
La necesidad tan manifiesta de saber inglés no se corresponde con los recursos que contamos para que se imparta la LENGUA. Normalmente nuestros esfuerzos se orientan más bien a enseñar los “cómos” del IDIOMA – conocimiento de la GRAMÁTICA- que al dominio del HABLA –ADQUISICIÓN DEL REFLEJO LINGÜÍSTICO.
 
Poco o nada se ha hecho en el ámbito profesional en cuanto a una actualización metodológica  que apunte al habla, al extremo de que una gran mayoría de profesores a cargo de la materia en centros primarios e institutos no tienen dominio de la lengua, aunque sí del idioma, ámbito en el cual se prodigan impartiendo una gramática cuyos contenidos aplican al manejo de traducciones y estructuras desencajadas de la realidad como nos hace ver Savater en “La Nación” de Buenos Aires del 15 de octubre de 1989 :  “cuando pienso en una lectura educativa me imagino uno de esos diálogos becketianos recomendados por los oligofrénicos profesionales para aprender idiomas, “Es su padre torero o posee una casa en las afueras”, “Mi vecino me ama y tiene una bufanda”, agregando que puede asegurar que aprendió a leer inglés gracias a “The Lord of the Rings”, dos diccionarios y un maravillosamente largo mes de agosto”. (1)
El principal problema radica en el hecho de que los profesores que imparten inglés no tienen la formación académica mínima imprescindible para abordar la complejidad de la tarea. Saber inglés en términos de lo que se aprende en la universidad estudiando filología no es suficiente.
Un profesor de inglés necesita conocimientos que nuestras carreras de filología no imparten. No es momento de abundar en carencias, pero básicamente se podría destacar que nuestros profesores tendrían que abordar una currícula que contemplara MÍNIMAMENTE dos años completos de FONÉTICA – un primer curso de SONIDOS y un segundo curso de ENTONACIÓN; dos años completos de LABORATORIO DE LENGUAS-algo tan fácil hoy día aprovechando las ventajas que ofrecen las tecnologías digitales; PEDAGOGÍA (una año); DIDÁCTICA (un año) y PRÁCTICA DE LA ENSEÑANZA al frente de un curso (un año) y algunas materias de apoyo que, tal cual sucede con nuestras filologías adentren al profesor en el ámbito de la cultura de la especialidad.  
Esta nueva modalidad no tendría porqué excluir los contenidos que hoy día se imparten en filología pero habría que hacer una revisión acabada de los objetivos que se persiguen en función de las metas a alcanzar y crear una nueva carrera –un PROFESORADO de INGLÉS- que contemplara todas las necesidades que tendría que abordar un profesional de la enseñanza de la lengua. (2)
No sería necesario “inventar” lo que acabamos de exponer. En la Argentina hace décadas que existen este tipo de profesorados y si algo ha caracterizado en materia de enseñanza del inglés a la Argentina es la calidad de los egresados de estos centros universitarios de estudio. Reúnen todas las características de nuestra filología inglesa pero además agregan todo lo específico para la impartición de la enseñanza de la lengua. (3)
Referencias
 
1. Ver TRADUZCA INGLÉS, Biblos, 1992. Argentina, del autor de la presente.
 
2. 
para abundar en el tema, v er.
3.Recomendamos incursionar por